Arrecian los ataques contra Patria Roja

Como en los viejos tiempos, apreciamos que el anticomunismo y antipatriarojismo vuelven al escenario nacional. En tiempos donde se agudiza la crisis del Estado corrupto y neoliberal, y en donde se requiere la más amplia unidad de la izquierda y el movimiento popular, no faltan aquellos que, con estrechez de miras, buscan petardear el que se pueda conformar un bloque político y social como salida de la crisis.

Por un lado, cabe recordar que el anticomunismo tiene larga data en el país, puesto que, desde los primeros años del trabajo periodístico y político de José Carlos Mariátegui en los años 20 del siglo pasado, las clases dominantes y su prensa se dedicaron a denostar del amauta y sus colaboradores, y hablaron entonces de supuestos “complots comunistas” contra el orden establecido.

Ese anticomunismo y macartismo persistieron tras la muerte de Mariátegui. Por ello, los comunistas fueron perseguidos y criminalizados con el pretexto de ser “agentes extranjeros”, que buscaban desestabilizar al país, promoviendo “la agitación y la violencia”. Como siempre, era la forma perfecta de la oligarquía para buscar un “chivo expiatorio” y deslegitimar los justos reclamos de los trabajadores, el campesinado, los estudiantes y de otros sectores populares.

Con el proceso de reconstrucción del Partido Comunista en los años 60, y el surgimiento del PCdelP- Patria Roja en 1969, esta política de las clases dominantes se mantuvo y se intensificó. Luego de nuestra VI, y sobre de la VII Conferencia Nacional en los años 70, el Partido logró un importante crecimiento e influencia en las masas. Eso generó que, por un lado, creciera la represión y persecución de la dictadura militar de entonces contra nuestros dirigentes, pero a su vez, que creciera la oposición de algunos sectores de izquierda contra nuestra organización.

Es conocido que, a fines de los años 70, un grupo fraccional conocido como Puka Llacta fue expulsado del Partido. Fue por ello, con el pretexto de ser una auténtica alternativa revolucionaria, esa fracción se opuso al histórico Paro de julio de 1977 que fue convocado por los gremios laborales, movimientos sociales y partidos de la izquierda contra la política hambreadora de la dictadura de Francisco Moráles Bermúdez. En ese contexto, algunos ex militantes aparecieron públicamente con ese mensaje de oposición, lo que valió que algunos de nuestros adversarios nos endilguen una supuesta oposición al paro, cosa que no fue tal. El Partido y su militancia en el movimiento popular organizó y participó activamente del mismo a nivel nacional. Hace muy poco, el periodista César Hildebrandt repitió la versión tendenciosa de la supuesta “oposición de Patria Roja al paro del 77”, lo que muestra su falta de precisión sobre ese hecho de la historia y que debemos aclarar.

Asimismo, en estos días circulan una convocatoria a un evento en Huancavelica que expondrá sobre nuestros supuestos métodos equivocados en las organizaciones sociales. Es evidente que esta convocatoria proviene de algunos sectores del anarco-infantilismo, que tienen como su principal enemigo a nuestro Partido. Para ellos, su principal objetivo a combatir no son el imperialismo o la derecha mafiosa, si no Patria Roja, el partido que los enfrentó en los 80 y que hasta ahora ha impedido que capturen el sindicato magisterial y otras organizaciones populares.

Tampoco nos sorprende que a esta campaña se sumen algunos sectores renegados y expulsados de nuestra organización, que en vista de que no pudieron lograr sus objetivos personales o de grupo en nuestras filas, no tienen mejor manera de vengarse que sacar a relucir su odio, apelando a la posverdad y a la infamia como método de hacer política. Es conocido también, como nos enseña la historia, que algunos de estos rabiosos opositores en realidad responden no solo a motivaciones personales, si no a las indicaciones de los servicios de inteligencia del Estado que, con mucha habilidad, captan a algunas personas para hacer un trabajo de insidia, confusión y de soplonaje.

Nuestra militancia debe cerrar filas en torno a la unidad del Partido, que se basa en el marxismo-leninismo, en el cumplimiento de nuestro estatuto, así como en los acuerdos adoptados en nuestro IX Congreso Nacional y nuestras sesiones plenarias del Comité Central.

Cabe señalar que nuestro Partido seguirá construyendo y bregando por ser una fuerza gravitante en la lucha popular, así como un factor aglutinante y de unidad de la izquierda, el progresismo y los sectores democráticos. Vamos a redoblar esfuerzos para darle al país una salida de Nueva Constitución y Nueva República, y siempre con el horizonte socialista, pese a quien le pese.

01 de diciembre de 2023

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