En el día mundial de la salud

  1. Nuestro planeta, cada día está en creciente peligro y con él, los seres humanos. El consumismo y la explotación irracional de la naturaleza, que alienta el capitalismo, conducen a dañar el ambiente y la salud de las personas, sumado al régimen de explotación, intervencionismo y hegemonismo que propicia el imperialismo norteamericano y las transnacionales que saquean nuestros recursos naturales poniendo en peligro la amazonía y glaciares.
    En los últimos años, no obstante, el desarrollo científico y tecnológico, que no a todos beneficia, son manifiestos los efectos del cambio climático, el incremento, surgimiento y resurgimiento de diversas enfermedades, que son aprovechados por la usura de los grandes laboratorios y la industria farmacéutica. La pandemia del COVID 19 y otras en curso, como la viruela símica, la contaminación de alimentos con metales, metaloides y plaguicidas, tienen como telón de fondo, la corrupción, la captura del poder por las transnacionales, la persistencia de la pobreza, desnutrición y los precarios servicios de salud.
    Cercanos al 2030, los Objetivos del Desarrollo Sostenible, están lejos de ser alcanzados, basta referirse a la tasa de mortalidad materna muy alta en los países del caribe. Estamos ante un dilema: o continúa el sistema capitalista, el neoliberalismo y sus secuelas en la vida y la salud; o, la unidad de los trabajadores y pueblos construye un mundo nuevo, con dignidad, justicia ambiental y bienestar.
  2. La salud es un derecho fundamental conquistado. El capitalismo lo niega, recorta y convierte la salud en una mercancía. Sucesivos gobiernos, a lo largo de 200 años de república, han minimizado y abandonado la salud pública, empantanados en la corrupción. La salud no es asunto únicamente de quienes enfermamos o de quienes se desempeñan en este sector. Nuestro derecho a la salud, tiene que ver con empleo digno, buena alimentación, educación de calidad, agua potable, vivienda, respeto al medio ambiente; con condiciones laborales justas para los profesionales y trabajadores de salud, con seguridad social para todas nuestras y nuestros jubilados; con la erradicación del machismo y el respeto a la vida y la salud de las mujeres de toda edad y condición social; en suma, con el derecho a decidir nuestro destino. Por eso, la salud debe ser preocupación de todos y promover la participación organizada del pueblo.
  3. Los estragos y dolor causados por la pandemia COVID 19, las elevadas tasas de tuberculosis (segundos, después de Haití), el gran impacto en la salud mental y hoy, de los casos de dengue, chikungunya, zika; entre otros, revelan la vulnerabilidad de un sistema de salud en crisis y el fracaso de las llamadas reformas de la salud. Denunciamos la indolente y negligente actuación del gobierno frente a lo que sucede en diversas regiones del país y la desatención a los pacientes de oncología. Nos solidarizamos con los pueblos del norte, de la sierra y selva afectados por las lluvias e inundaciones.
  4. El neoliberalismo y su actual constitución han impuesto rol subsidiario al Estado y la salud como un servicio y un privilegio, lejos de las amplias mayorías. Ni prevención ni adecuada infraestructura, tenemos un sistema de salud desarticulado, excluyente y desligado de la realidad nacional. Apostamos, y se hace necesario, una nueva constitución para una nueva república, con proyecto nacional y donde el pueblo sea gobierno y poder. Indesligable a este proceso, aspiramos a un sistema integral de salud, de calidad, que tenga como centro las necesidades de las personas y comunidades, con financiamiento pertinente (el presupuesto del sector debiera ser mayor al 7,7% del PBI), que reduzca el elevado gasto de bolsillo, con enfoque de género e interculturalidad y con formación idónea y ética de los profesionales y trabajadores de salud.
  5. Al conmemorarse este 7 de abril, el DIA MUNDIAL DE LA SALUD y los 75 años de la OMS, nos reafirmamos en forjar la más amplia unidad y un gran frente en defensa de la salud pública, en la exigencia de nuevas elecciones, renuncia de Dina Boluarte y nuestro llamado a todos para luchar por:
  • Sistema Nacional de Salud del Perú, único, integral y democrático.
  • Cobertura universal de la salud e incremento de presupuesto sector salud
  • Contra la corrupción: participación de las instituciones en las licitaciones y adquisiciones. Sanción a todos los responsables.
  • Mejores condiciones remunerativas y de trabajo para los trabajadores y profesionales de salud. Basta de amenazas por exigir transparencia y respeto a los derechos adquiridos.
  • Involucramiento de la academia, el pueblo organizado y comunidades étnicas en la gestión de salud.
  • Una Nueva Constitución y proyecto nacional y de salud para el país

Y, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso…

Jamás, hombres humanos,
hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera,
en el vaso, en la carnicería, en la aritmética!…
Jamás, señor ministro de salud, fue la salud
más mortal…

(De “Los Nueve Monstruos” César Vallejo Mendoza)

Perú, 7 de abril de 2023

BURO POLÍTICO DEL COMITÉ CENTRAL

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