Estrechando lazos con el Partido Comunista de China

Por: Manuel Guerra

En representación de nuestro Partido, y respondiendo a una invitación del Partido Comunista de China, asistimos al IV Foro de Partidos Políticos China-CELAC realizada en Beijing los días 2 y 3 de diciembre, evento que congregó, aparte del anfitrión, a más de medio centenar de organizaciones políticas de América Latina y El Caribe, y que estuvo centrado en el tema “Sumar esfuerzos de los Partidos Políticos para Construir la Comunidad de Futuro Compartido China – América Latina y el Caribe”.

El Foro, que concluyó aprobando el “Consenso de Beijing del IV Foro de Partidos Políticos China-CELAC”, abordó, en dinámica de grupos, dos temas: 1) Promover la modernización, aumentar el bienestar de los pueblos y 2) Reforzar la construcción de los partidos, elevar su capacidad de gobernanza. En ambos temas la parte china participó con expositores encargados de sustentar la política del gobierno y del PCCh, hoy regida bajo el liderazgo de Xi Jinping, enfatizando la necesidad de avanzar hacia un mundo de paz, sin hegemonismos, de respeto e igualdad entre los países, apego a las normas internacionales, de mutuo beneficio en las relaciones entre las naciones.

Culminado el evento tuvimos ocasión de visitar lugares de interés, como el Museo del Partido Comunista, inaugurado en Beijing el 2021, desplazarnos a la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan, y luego a Shanghái. Asistimos a numerosas conferencias, visitamos instalaciones de gobierno municipal, condados y aldeas rurales, la Universidad de Wuhan, la Escuela del Partido de la provincia de Hubei; en todas las ocasiones recibimos información general y particular y constatamos de primera mano la experiencia de la construcción del socialismo con peculiaridades chinas. A continuación, un resumen de la información recibida y del conocimiento adquirido.

LA MODERNIZACIÓN DE CHINA

Como es sabido, la modernización de China ha dado un salto espectacular en los últimos años, enfatizando siempre la singularidad de ese proceso, determinado por una continuidad civilizatoria ininterrumpido de más de 5000 años y por el inmenso volumen demográfico, que actualmente sobrepasa los 1,400 millones de personas.

La historia moderna de China empieza con el triunfo de la revolución liderada por Mao Zedong al frente del Partido Comunista y la fundación de la República Popular China, en 1949. El segundo hito importante se da a la muerte de Mao y el ascenso de Deng Xiaoping, quien da un vuelco a la concepción de la economía, formulando las 4 modernizaciones, que constituyen la base sobre la cual se encarrila el desarrollo actual de China. El tercer hito, lo constituye la elección de Xi Jinping como secretario general del PCCh en el 2012 y su elección al año siguiente como presidente de la República Popular China. Bajo su liderazgo la modernización y desarrollo de China ha cobrado un mayor impulso, cuyos efectos vienen impactando a escala planetaria.

Del 2012 al 2021, la proporción del total de la economía china en la economía mundial aumentó del 11.4% al más del 18%, y la contribución de China al crecimiento económico global superó la suma total de los países del G7. Convertida en la segunda economía del mundo, su influencia internacional es cada vez más importante. Actualmente ya es el principal socio comercial de más de 140 países y regiones. Consciente del papel de China para modificar el escenario mundial hacia una situación distinta al hegemonismo occidental capitaneado por Estados Unidos, Xi Jinping lanzó la propuesta de la Franja y la Ruta y el Futuro compartido para la humanidad, partiendo de la premisa que los grandes desafíos del mundo de hoy solo pueden ser resueltos a través de la cooperación entre los países, el trato igualitario y mutuo beneficio, el respeto al orden internacional, el establecimiento de la paz, desterrando el uso de la fuerza, el intervencionismo, el chantaje, la profundización y extensión de los conflictos, la guerra que acarrea el riesgo del uso de armas nucleares, convertida en una seria amenaza para la existencia de la especie humana.

En una línea de continuidad de los principios fundacionales del PCCh, sintetizados por Mao en la consigna “Servir al pueblo de todo corazón”, en noviembre del 2012, cuando Xi Jinping asumió la secretaría general del PCCh, afirmó: “La aspiración del pueblo a una vida mejor representa el objetivo de nuestra lucha”. Bajo esta concepción, el PCCh asume que el desarrollo de China debe estar dirigido al bienestar de la población. Como consecuencia de ello, desde 1949, la esperanza de vida promedio de los chinos ha aumentado de menos de 35 años a 78.2 años, y la tasa de analfabetismo se ha reducido del 80% al 2.67%. A finales de 2020, se logró la erradicación total de la pobreza rural según los estándares actuales de China, con 98.99 millones de personas pobres en áreas rurales, 832 condados pobres eliminando su estatus de pobreza, y 128,000 aldeas pobres salieron de la lista de pobreza.

China ha construido grandes y eficientes servicios de educación y salud públicos para garantizar su acceso al conjunto de la población. Solamente en la provincia de Hubei hay 38 universidades públicas de alto nivel académico. Ha alcanzado uno de los más altos niveles de desarrollo científico y tecnológico; ha llevado a cabo enormes obras de infraestructura, puertos, aeropuertos, carreteras, vías férreas, puentes y represas, complejos de viviendas; ha logrado una gran eficiencia en la gobernanza del Estado y gobierno, simplificando los trámites admistrativos, eliminando el estilo burocrático, combatiendo frontalmente a la corrupción.

China está realizando enormes esfuerzos para equilibrar el avance del desarrollo económico, científico, tecnológico y social con la protección del medio ambiente, superando la matriz energética basada en el carbón, de épocas anteriores, al uso intensivo de energías limpias, como la energía eléctrica, la energía eólica y la energía solar. A esta combinación de desarrollo de las fuerzas productivas, la prosperidad de la vida, bienestar material y espiritual, y un entorno ecológico saludable, los chinos lo denominan “desarrollo civilizatorio”.

SOCIALISMO CON CARACTERÍSTICAS PROPIAS

China está poniendo en marcha un proceso inédito, complejo, de construcción del socialismo. Con el derrumbe de la ex URSS, se cayeron también muchos paradigmas que alimentaban el camino socialista y en vastos sectores sobrevino la frustración y el pesimismo, situación que fue aprovechada por las fuerzas reaccionarias que pregonaron el fin de la historia, es decir, la perpetuidad del capitalismo y la democracia liberal, que fueron presentados como los logros más avanzados de la humanidad, capaces de ser perfeccionados, pero no superados.

Como se ha dicho, el PCCh bajo el liderazgo de Deng Xiaoping tuvo la sabiduría de enmendar rumbos y corregir los desastres a que habían llevado la política del Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural. Las reformas valoraron el papel del mercado, el desarrollo de las fuerzas productivas, la apertura, el desarrollo científico y tecnológico, en un mundo dominado por el capitalismo. Las potencias capitalistas vieron en este proceso la oportunidad para la renuncia de China al objetivo socialista e, incluso, desde sectores de la izquierda se argumentó que China había retornado al redil capitalista, incluso imperialista. Ciertamente que este viraje acarreaba y acarrea enormes riesgos, que solo la firme convicción y voluntad del PCCh ha sido capaz de conjurarlos, garantizando el rumbo socialista.

China ha sostenido que se encuentra en una fase primaria del socialismo y que este proceso obedece a sus condiciones concretas. Ha abierto su mercado a cambio de transferencia tecnológica y condiciones favorables para insertar su economía en el mundo. Ha colocado el bienestar de su inmensa población en el centro de sus preocupaciones y ha abogado por relaciones igualitarias, de respeto y mutuo beneficio con el resto del mundo. A diferencia de las potencias imperialistas encabezadas por EEUU, no ha hecho uso de la fuerza ni el chantaje para someter a ningún país.

El desarrollo de China y otros países del Asia ha desplazado el eje de la economía mundial del Atlántico hacia el Pacífico; el papel de las economías emergentes agrupadas en el BRICs significa el paso de la unipolaridad que dominó desde la caída de la ex URSS a una situación de multipolaridad, proceso que significa la pérdida de la posición de hegemón por parte del imperialismo norteamericano, cuya decadencia arrastra a sus socios de la Unión Europea y Japón.

La estrategia de la Franja y la Ruta y El futuro Compartido por la Humanidad, lanzada por Xi Jinping coloca al mundo en una dinámica diametralmente opuesta al andamiaje construido por el imperialismo, otorgando al mundo una esperanza y un horizonte distinto, en momentos en que serias amenazas contra el planeta cobran fuerza y cuando las potencias imperiales se muestran mucho más agresivas para defender sus posiciones, desatan la guerra, el intervencionismo, el chantaje, como en el caso de Ucrania, el Medio oriente, el bloqueo a Cuba, la ofensiva contra Venezuela y Nicaragua, la amenaza de Trump de tomar por la fuerza el Canal de Panamá, la injerencia imperialista en Taiwan, etc. En este contexto, China demuestra que el socialismo se erige como la gran esperanza para la humanidad,

CHINA Y AMÉRICA LATINA

La presencia de China en América Latina se ha acelerado en los últimos años, al punto de convertirse en el principal socio comercial de la región, a despecho del imperialismo norteamericano, empeñado en una estrategia de recolonización de lo que siempre ha considerado como su patio trasero. La construcción del mega puerto de Chancay, la proyectada construcción de un canal en Nicaragua, los acuerdos comerciales y de cooperación con diversos países de la región expresan un acelerado acercamiento entre China y América Latina y el Caribe.

El gran desafío para América Latina representa la superación de su condición de exportadora de materias primas, cuestión que no depende de China, sino del esfuerzo que hagan los países de la región, tanto de manera particular, como colectiva. La integración latinoamericana y caribeña se presenta como una condición para avanzar en una posición ventajosa en el escenario mundial. La relación China-América Latina debe pasar de la exportación de materias primas y alimentos, por una parte, la recepción de mercancías por la otra, a la transferencia de tecnología, el apoyo a la investigación científica, el desarrollo del aparato productivo, en concordancia con la singularidad de nuestros países.

América Latina continúa siendo una región es disputa entre el imperialismo norteamericano aliado a las clases dominantes nativas, y los pueblos que luchan por su liberación, su soberanía, la justicia y equidad social, la protección medioambiental, el derecho a encarar el desarrollo económico orientado al bienestar de la población. Las clases dominantes y el imperialismo norteamericano representan un obstáculo y nos corresponde a nosotros y no a China u otro país asumir un desafío histórico para derrotarlos y abrir el nuevo rumbo. China se relaciona con los países de América Latina, independientemente del régimen político que domine en ellos, se trata de una política de Estado. Va a depender de los sectores de izquierda y el progresismo que asuman posiciones de gobierno y poder, establecer las condiciones más ventajosas en esta relación.

EL PARTIDO COMUNISTA LO DIRIGE TODO

Como se ha dicho, el vertiginoso desarrollo de China no sería posible sin el papel conductor del PCCh, cuya fundación se remonta a 1921, cuando China era un país atrasado, semifeudal, dominado por las potencias imperialistas de occidente y el Japón. La Revolución de 1911 que terminó con la dinastía Qing llevó a la fundación de la república y al Dr. Suy Yan Sen como presidente; sin embargo, no significó la unificación de la nación, en tanto diversas regiones del país se mantenían controladas por los señores de la guerra, con sus propios ejércitos que se enfrentaban entre sí. En 1919 estalla el Movimiento 4 de Mayo, en el que se evidencia la influencia y el crecimiento de las ideas marxistas diseminadas por los intelectuales Chen Duxiu y Li Dazhao. Fundado el PCCh, Chen Duxiu se convierte en su primer secretario general.

Desde sus inicios, el PCCh empezó a jugar un papel gravitante en la política de China. Se mantuvo aliado del Kuomintang en tanto dominaba la posición progresista del Dr. Sut Yan Sen, que se orientaba por medidas nacionalistas y democráticas, favorables a las masas populares y abogaba por las relaciones con la Unión Soviética. A su muerte, en 1925, toma el control el ala derechista encabezada por el general Chiang Kai-Shek, quien, en 1927 desata una cacería de brujas contra los comunistas, llevando a cabo la masacre de Shanghái, en la que fueron asesinados mas de 5000 miembros del PCCh. En estas circunstancias el PCCh funda el Ejército Rojo de Trabajadores y Campesinos de China, que fue el germen del Ejército Popular de Liberación, iniciándose la guerra civil. Los errores incurridos en la dirección del Partido provocan una serie de derrotas, que finalmente obligan al EPL a emprender la Larga Marcha a través de miles de kilómetros en dirección a Shaanxi. Durante este éxodo se reconoce oficialmente el liderazgo de Mao Zedong al frente del Partido y el Ejército.

La guerra civil es interrumpida, obedeciendo el llamado del PCCh de formar el Frente Único Antijaponés para enfrentar al invasor. Expulsados los japoneses se reanuda la guerra civil en 1945, la que desemboca en la derrota del Kuomintang, la huida de Chiang Kai-Shek a Taiwán y la fundación de la República Popular China, en 1949, con Mao Zedong como presidente.

Entonces empezó un nuevo periodo de la historia china, en el que el PCCh tuvo que orientar y liderar el proceso de afirmación de la soberanía de China, liquidar los remanentes feudales y semifeudales, modernizar paso a paso su economía, realizar con mucho esfuerzo grandes obras de infraestructura, garantizar el empleo, combatir a la pobreza. Tuvo, asimismo, que lidiar con un complicado escenario internacional, en el que destacó la acción diplomática de Chou Enlai; asumió una posición de principios cuando tras la muerte de Stalin, el PCUS se encaminó por una postura derechista, lo que a la postre concluyó con la implosión de la ex URSS.

El PCCh ha escrito páginas gloriosas a lo largo de su historia, ha incurrido en errores, pero ha tenido la sabiduría de reconocerlos y rectificarlos. Una de sus más grandes virtudes ha sido no abandonar jamás la línea de masas; todo lo resuelve desde las masas, con y para las masas. Mao señalaba que el Partido es como un pez y las masas son como el agua. El Pez muere fuera del agua, el Partido muere fuera de las masas. Xi Jinping, afirmando este principio señala que la línea de masas es la arteria vital del Partido.

En tal sentido, el PCCh le dedica una atención especial al fortalecimiento de bases del Partido, pues son estos organismos los que están en contacto permanente con las masas, conviven con ellas, investigan, difunden las orientaciones del Partido, recogen sus preocupaciones, las organizan y movilizan para resolver los múltiples problemas. El Partido aprende de las masas, sistematiza y vuelca el conocimiento hacia las masas, tal es la relación dialéctica Partido-Masa.

Al respecto, señala Xi Jinping: “Las organizaciones de base del Partido y la fuerza de sus miembros son recursos organizativos poderosos que ningún otro partido en el mundo posee. Si logramos fortalecer el trabajo de construcción del Partido a nivel básico, nuestras organizaciones de base serán inquebrantables, nuestra membresía será indestructible, la posición del Partido como gobierno será firme como una roca, y la causa del Partido y el pueblo será invencible.»

El PCCh cuenta en la actualidad con más de 90 millones de militantes y está profundamente enraizado en la sociedad china: obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales, empresarios, fuerzas armadas. Hasta finales de 2023, el Partido Comunista de China había establecido 3,199 comités provinciales, 5.176 millones de organizaciones de base. El Partido lo dirige todo y nada de lo que sucede en China le es ajeno. Para lograr la mayor eficiencia de sus militantes dedica los mayores esfuerzos a la formación ideológica, las fuentes marxistas, la teoría del Partido; a la formación académica y la capacidad de gobernanza, a través de un sistema integral de formación. El papel de vanguardia del Partido requiere no solo de una sólida formación marxista; también de la mayor eficiencia para estar a la altura de los múltiples desafíos que implica la construcción del socialismo con peculiaridades chinas.

El PCCh insiste en que sus militantes comprendan la función política del aparato organizado: “Colocar la construcción política del Partido en primer lugar.» «Enfocarse en mejorar la capacidad organizativa, destacando la función política. « Las organizaciones de base del Partido y los numerosos miembros deben seguir mejorando su capacidad de juicio político, comprensión política y capacidad de ejecución política.

Señalan las funciones de las organizaciones de base: “Promover las propuestas del Partido. Implementar las decisiones del Partido. Dirigir la gobernanza a nivel local. Unir y movilizar a las masas. Impulsar la reforma y el desarrollo.«

Con el objetivo de Optimizar la estructura organizativa del Partido, promoviendo la cobertura total de las organizaciones del Partido y el trabajo del Partido se proponen:

“Construir un sistema organizativo vertical hasta el final y horizontal hasta el borde, formar una cobertura total del sistema organizativo del Partido, desplazar el centro de gravedad de la gobernanza gubernamental y los servicios públicos hasta la base misma de la sociedad y, al mismo tiempo, profundizar en la función de los servicios, fortalecer la educación y la gestión de los miembros del Partido y crear todo tipo de organizaciones con las masas como órgano principal para movilizar a las masas y concentrarlas”.

Con el objetivo de promover que las organizaciones de base del Partido fortalezcan su contacto cercano con las masas y realicen un buen trabajo con ellas, consolidando constantemente la base popular del Partido para su gobierno, señalan:

“Insistir en la posición del pueblo, permitiendo que las masas tengan más directos y más reales
sentimientos de satisfacción, felicidad y seguridad, y depender firmemente del pueblo para
crear grandes logros históricos”.

El PCCh ha logrado un alto nivel de disciplina, donde, una vez discutido un problema y tomados los acuerdos, éstos se aplican de manera obligatoria; no hay lugar para la interpretación auténtica, ni para la acción anárquica. Por ello insisten en que el Partido debe gobernarse a sí mismo, aplicar una estricta disciplina dentro del Partido, implementar el sistema de responsabilidades en el trabajo de la construcción del Partido a nivel base, y establecer una clara orientación hacia un enfoque decidido en el trabajo a nivel base:

Los comités del Partido (y los grupos de trabajo) en todos los niveles asumen seriamente la responsabilidad principal de la construcción del Partido a nivel base. El secretario del comité asume la responsabilidad de primera línea, y los miembros del equipo directivo cumplen con la ‘doble responsabilidad’ en sus respectivos cargos, formando una buena situación en la que los comités de todos los niveles prestan atención, se preocupan y apoyan a las organizaciones de base.

La experiencia del PCCh nos proporciona lecciones que deberíamos aprender:

“Mientras cada organización de base del Partido y cada miembro del Partido Comunista tenga un fuerte sentido de propósito y responsabilidad, y pueda desempeñar el papel de bastión de lucha y modelo vanguardista, nuestro Partido será muy fuerte, nuestro país será muy fuerte, nuestro pueblo será muy fuerte, y la base del gobierno del Partido será firme como una roca.

La historia y la práctica han demostrado una y otra vez que, al aprovechar al máximo las poderosas ventajas del sistema organizativo del Partido, se puede contar con una fuerza formidable para superar todas las dificultades y obstáculos. El Partido Comunista de China considera la mejora de un sistema organizativo que conecte de manera efectiva de arriba a abajo y que ejecute de manera contundente como una tarea a largo plazo. Refuerza la concepción sistémica y sigue avanzando de manera sistemática, asegurando que las organizaciones del Partido en todos los niveles se fortalezcan y se hagan más poderosas, proporcionando una firme garantía organizativa y una fuerte energía de avance para la construcción de un país fuerte y la revitalización de la nación”.

UNA LARGA Y FRUCTÍFERA RELACIÓN DE AMISTAD ENTRE EL PCCh Y EL PC del P PATRIA ROJA

Nuestro Partido y el PCCh han mantenido por más de medio siglo estrechas relaciones de amistad y cooperación, con profundo respeto y sin injerencias en los asuntos internos de ambas organizaciones.

El PCCh le presta especial atención al conocimiento de la historia y procesos políticos de los países de América Latina y señalan que ellos también han aprendido cosas valiosas de nuestras experiencias. Delegaciones de nuestro Partido han viajado a China y conocido de primera mano las experiencias de construcción del socialismo en aquel país. Así como ellos reiteran la singularidad de su proceso y el peligro de incurrir en la imitación ciega; en nuestro caso, estamos en un proceso de retomar la esencia del pensamiento de Mariátegui y su propuesta de construir el socialismo en nuestra patria como creación heroica. Sería un serio error no aprender de las experiencias ajenas, pero también es un error caer en el dogmatismo. La experiencia del PCCh es sumamente valiosa y alentadora; hay muchas cosas que aprender de ella, más los comunistas peruanos debemos resolver los problemas de la revolución y el socialismo pensando con cabeza propia, desbrozar nuestro camino inédito e irrepetible en otras latitudes.

Asumimos una visión sistémica del socialismo, como un esfuerzo mundial de los pueblos que en diversas latitudes luchan por la liberación, el progreso, la justicia, el provenir socialista. Somos la parte de un todo y por ello somos internacionalistas.

Expresamos nuestra gratitud al PCCh. Uno de sus representantes nos resumió el carácter de la relación entre nuestros partidos: “La relación con Patria Roja, es muy antigua y de mucha lealtad. No es una relación de última hora, motivada por intereses particulares; es una relación de verdadera amistad, y nosotros valoramos mucho la amistad.”

Compartir:

Facebook
Twitter
LinkedIn