Breña Pantoja, enemigo de Patria Roja

Por: Manuel Guerra

Rolando Breña Pantoja bien podría haber sido uno de los personajes incluidos por Borges en su
Historia universal de la infamia. En su reciente entrevista en Canal N (que recomendamos ver y
difundir) podemos apreciar cómo se le acaba cayendo la máscara; cómo se desnuda por
completo, cómo ya no puede contener al oportunismo que llevaba y crecía dentro suyo como un
engendro, y que termina por rebelarse en toda su magnitud. Vano intento el de sus acólitos que
se han visto obligados a editar a toda prisa la entrevista y recortar las partes más repulsivas (ya
que desaparecerla no pueden), para ocultar la vileza a la que ha llegado su mentor. He aquí
algunas de las frases que pintan de cuerpo entero a ese hombre que quiso ser rey:

Refiriéndose al Comité Central y Buró Político: Esta gente ha introducido el Pensamiento
Gonzalo en el Partido. Es un grupo privilegiado de autócratas. Una dictadura interna que no
permite que las bases se pronuncien. Nunca consultaron a las bases del Partido, nunca les
dejaron hablar, a las que siempre manipularon y manejaron a su antojo. La dirigencia del Partido
fue cuasi cómplice de sendero y de Castillo. Se produjo un seguidismo castillista. Ellos se han
comportado como cómplices de Sendero y Movadef.

Refiriéndose al suscrito: El Sr. Guerra ha demostrado una monumental ignorancia política, una
monumental ignorancia ideológica.

Refiriéndose a sí mismo: Yo no voté por Castillo, a pesar de que el Partido dijo que votáramos.

Refiriéndose al Partido: Hay 8 comités regionales, 6 de los cuales no están de acuerdo con esta
dirección.

Ni los servicios de inteligencia podían haber tramado un ataque más vil contra el Partido, no se
les hubiera ocurrido una mejor operación de terruqueo contra Patria Roja, tanto más peligrosa
por provenir de un hombre que hasta hace poco y durante casi toda su vida de militancia ocupó
cargos de dirección central, incluyendo la de secretario general.

Y como ocurre con las hechuras de los servicios de inteligencia, todo lo que afirma Breña Pantoja
es falsificación e impostura que, además de oportunismo, expresa impotencia y desesperación.
La impotencia del que no está apto para entablar una lucha en términos ideológicos y políticos;
la desesperación del que sabe que ha perdido la partida. Acusar a la dirección de haber
introducido en el Partido el Pensamiento Gonzalo, de ser cómplices de Sendero y el Movadef, es
una canallada que nadie cree, de allí que sus operadores se hayan apresurado a recortarla y
ocultarla.

En un documento anterior, El hombre que quiso ser rey, explico la posición adoptada por el
Partido en la segunda vuelta de las últimas elecciones, su decisión de votar por Castillo para
evitar el triunfo de Keiko Fujimori; también la táctica adoptada respecto al nuevo gobierno, en
la que no hay nada que sustente un supuesto castillismo. Puede comprobarse fácilmente en la
documentación y pronunciamientos del Partido, que son de acceso público; poniendo en
evidencia que las afirmaciones de Breña son mentiras y difamaciones que realiza con alevosía y
cinismo.

Resulta clarísimo que el terruqueo de Breña Pantoja en contra del Partido tiene por objetivo
desviar la atención respecto a su propia desviación a la derecha y ocultar su componenda con
los sectores ultrarreaccionarios. El voto viciado en la segunda vuelta electoral, que él admite
haber promovido y llevado a cabo en contra del acuerdo del Comité Central, representó, en los
hechos, un apoyo a Keiko Fujimori, pues, en su lectura, Castillo se había convertido en enemigo
principal, en lugar de la ultraderecha neoliberal. Los hechos posteriores evidencian una y otra
vez este comportamiento, que los llevó a él y su grupo de la cúpula del SUTEP, a colocarse a la
cola de los planes reaccionarios golpistas y vacadores y a terruquear a las manifestaciones
populares que se le oponían.

Breña Pantoja en su delirio rupturista alucina que tiene 6 comités regionales y que las bases del
Partido lo siguen como si se tratara el mesías salvador. Mismo comportamiento del truhan que
pretende hacer pasar dinero burdamente falsificado. No se ha quedado allí. Ha cruzado el
Rubicón despojándose de la ética y los principios comunistas, convirtiéndose en un renegado y
enemigo del Partido.

Sabe que ya no hay vuelta atrás, aunque con cada paso se hunde más en el fango. Es la
compulsión del delincuente que persiste en el camino que lo lleva a su irremediable perdición.
Ahora está empeñado en falsificar comités, falsificar la web y sitios oficiales del Partido, falsificar
sus símbolos y logos, y falsificar un congreso con una reunión de cuatro gatos merodeando en el
basurero.

Expulsado del Partido, falsifica también su pertenencia a Patria Roja. Es como la hoja seca que
quiere aferrarse al árbol al cual ya no pertenece.

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