Francisco Durand y las raíces del poder

Por: Mario Tejada

El gobierno de Fujimori y las décadas posteriores a él, ha conllevado una gran cantidad bibliográfica de carácter económico sobre las bondades del neoliberalismo. Lamentablemente la izquierda perdió su espacio de investigación sobre esta realidad tan importante, hecho que si había obtenido el siglo pasado. Basta recordar la revista Actualidad Económica.

Oscar Ugarteche, uno de los más brillantes economistas peruanos actualmente radicado en México es un ejemplo de lo expuesto, Y el ya desparecido Carlos Malpica es una muestra sobresaliente de la investigación económica en nuestro país luego de la II Guerra Mundial. Su famoso libro Los Dueños del Perú, es una expresión de la preocupación que existía en la izquierda de esos años del siglo pasado por la relación entre el poder económico y la política.

Quizás, el más destacado intelectual peruano que ha seguido esta tradición ha sido Francisco Durand que hace pocos días nos dejó. Él, no solamente destacó como un distinguido científico social relacionado con los poderes económicos de nuestro país, que en última instancia son lo que manejan la política para fortalecer sus lazos y beneficios económicos, también abarcó los de América Latina.

Su producción intelectual es inmensa. Ha producido más de 20 libros y los títulos de sus últimas obras reflejan el núcleo de interés y preocupaciones de sus investigaciones de toda su labor investigativa: Odebrecht, la empresa que capturaba gobiernos (2018); La captura del Estado en América Latina (2019) y La República empresarial: neoliberalismo, emprendedurismo y desigualdad (2022)    

Él, supo explicar bien las luchas actuales de las izquierdas en América Latina y su relación con el Estado. Lo expuesto en una entrevista que le realizó la revista Ideele hace pocos años lo muestra bien:

Ideele: Cómo han cambiado los tiempos: antes para los izquierdistas el Estado era expresión de la burguesía y su lucha era contra el Estado opresor; ahora lo más revolucionario es aspirar a un Estado Keynesiano.

F.D. La historia es un libro abierto. Lo que es cierto es que hay una pugna por el Estado, que no se debe a que es un instrumento de la clase dominante como sostiene la visión marxista. Las actuales discusiones sobre la captura del Estado consideran que ha ocurrido un cambio en medio de la globalización y las reformas neoliberales que son una política internacional, y esto genera un fortalecimiento de las grandes corporaciones, mientras que el Estado se reduce, esto crea un desbalance. Y llega un momento en que estas corporaciones comienzan a influir en el Estado para que favorezca su interés privado.

Ideele: ¿La pugna es para que el Estado esté a favor de las grandes mayorías y no de los grupos de poder?F.D. Sí, se ha vuelto un espacio de lucha y hay que impedir o limitar esta captura para que actué en función al interés público. Eso se ve claramente con los impuestos. La reforma del 2014 aparece como una que beneficia al sector privado al reducirle el impuesto a la renta; pero les da garantías que van en contra de la regulación ambiental y del interés social de los grupos indígenas que exigen la consulta previa y limita la capacidad de la SUNAT para evitar la elusión tributaria. Con los panamapapers nos hemos dado cuenta de que hemos perdido el principal instrumento de fiscalización de la elusión.

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