MENSAJE DEL BURO POLITICO EN EL ACTO POLITICO-CULTURAL CON OCASIÓN DEL 130 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI
Estimados camaradas y amigos:
Gracias por vuestra presencia en este acto en homenaje a uno de los hombres más insignes que ha dado la patria: José Carlos Mariátegui, hijo del pueblo trabajador, guía de multitudes.
Conmemoramos un año más del nacimiento de José Carlos Mariátegui, promotor e impulsor del socialismo en el Perú.
“Él comenzó a darnos luz y conciencia”, escribió el poeta Pablo Neruda. A su vez, su colaborador más cercano, Ricardo Martínez de la Torre, afirmó: “Tú nos has enseñado a luchar. Tu nos has enseñado a ser fuertes, Tu nos has enseñado no sólo a esperar la victoria, sino a lograrla con esfuerzo y esperanza”,
Porque Mariátegui fue luz en el camino, conciencia nacional, sentido de historia, visión de futuro, integridad moral, honestidad sin límites, y, sobre todo, pensamiento y acción. Maestro en el más alto sentido de la palabra, propagador de ideas, organizador de voluntades, luchador incansable pese a la cortedad de su vida y la precariedad de su salud.
Esa relación entre el pensar y el actuar, la palabra y la acción, marcó su vida, dejándonos un ejemplo no siempre valorado, menos asumido. Lo dijo en una frase definitoria: “Mi pensamiento y vida constituyen una sola cosa, un único proceso”.
Nunca ocultó su filiación marxista y socialista. Todo lo contario. Aún en condiciones muy difíciles y riesgosas para su seguridad, afirmó su filiación política y defendió con altura sus ideales y propósitos.
Fue un marxista creador, de pensamiento original, audaz para su tiempo. Muy lejos del fácil dogmatismo o imitación ciega de otras experiencias, y muy distante del seguidismo al movimiento espontáneo, frecuentes en la izquierda peruana. Lo que explica errores acumulados en el tiempo y desperdicio de oportunidades para construir una alternativa viable al drama secular de atraso, pobreza, dependencia, centralismo, autoritarismo o corrupción que caracteriza la sociedad peruana.
Ha transcurrido casi un siglo de su fallecimiento. Sin embargo, pese a los cambios operados desde entonces en todos los ámbitos de la vida nacional, su pensamiento y su ejemplo de lucha y vida siguen vigentes.
Mariátegui, al retornar de Europa en 1923, apostó por el socialismo. Por un socialismo que no fuese “calco ni copia” sino “creación heroica”, que respondiera a nuestra realidad. Para ello apeló, en sus palabras, a un “método fundamentalmente dialéctico…que se apoya íntegramente en la realidad, en los hechos”, el marxismo. Esta idea cardinal que es tan actual o más que entonces, fue dejada de lado para dar paso a una visión estática, mecanicista, que ha impedido responder con acierto al reto de los tiempos y de los cambios operados en el Perú y el mundo. Error que estamos obligados a corregir si queremos responder a los retos del presente.
La crisis que hoy padece la sociedad peruana es más profunda y extensa de lo que parece. Profunda, pues es una crisis sistémica, no sólo del modelo de economía neoliberal. El neoliberalismo y el globalismo capitalista está agotado a escala mundial, comenzando por Estados Unidos. El ciclo de alto crecimiento de la economía peruana de principios de siglo respondió a factores externos, en especial a la expansión de la economía china y su creciente necesidad de materias primas. El resultado es una economía estancada, el incremento constante de la pobreza, la falta de trabajo de calidad, la economía informal, la concentración de la riqueza en pocas manos.
Es también la crisis del Estado “subsidiario” que viene con la Constitución de 1993. Su resultado más inmediato es la crisis política que se acentúa con la destitución del gobierno de Pedro Kuczynski y parece no tener fin. Su consecuencia es el gobierno criminal de la Sra. Boluarte y un Congreso dominado por la corrupción, el interés particular y la prepotencia dictatorial.
No estamos, pues, frente a una crisis coyuntural, que comprometa solamente al gobierno de turno. Ni frente a una opción de la derecha más conservadora, dispuesta a aceptar la voluntad ciudadana en las urnas. Su estrategia es clara: quedarse más allá de 2026. Lo que explica su plan de copar organismos clave del Estado, de reformar la Constitución de acuerdo con ese objetivo, de recurrir al fraude si fuera necesario.
¿Frente a esta situación cuál es la estrategia y el plan de gobierno de la izquierda, el movimiento popular y el progresismo para enfrentar la crisis y derrotar a la derecha y su objetivo de perpetuarse en el poder?
No la tenemos. Islotes sueltos no será nunca continente. El fracaso del gobierno de Pedro Castillo como la acción destructiva de la derecha conservadora, deben merecer seria reflexión.
Lo que falla no es el pueblo. Su pasividad se explica por la incertidumbre, por su desconfianza en los políticos que siempre lo han defraudado, porque no encuentra el liderazgo colectivo e individual que le señale el rumbo y gane su confianza. La fragmentación no lleva a ninguna parte, menos la improvisación o la autosuficiencia. Suma y serás fuerte. Lo contrario abre las puertas a la derrota.
Hoy más que nunca la palabra clave se llama unidad. Sólo con gran unidad será posible ganar la expectativa popular, recuperar su confianza, contar con la fuerza necesaria para enfrentar con éxito a la derecha e impedir que siga destruyendo el país. De lo que se carece hoy es la falta de voluntad unitaria y cómo construirla.
Llamamos a tomar conciencia de esta necesidad, a actuar con prontitud, a mirar el país en lugar del interés particular. Está de por medi0 el futuro de millones de peruanos.
Unidad para construir un proyecto de país y una nueva Constitución como alternativa viable al neoliberalismo. Y, en lo inmediato, está a la orden del día la batalla por un gobierno de renovación nacional, democrático, de justicia social y regeneración moral. Posible si se compromete el respaldo de amplios sectores del pueblo peruano que están a la espera de una voz que les de confianza, como muestran encuestas recientes.
Desde el punto táctico, el problema es el tiempo. La legislación electoral, en especial las reformas introducidas recientemente, están hechas para favorecer a los partidos de la derecha. Necesitan crear las condiciones que les permita mantenerse en el Poder. Una de esas condiciones es la fragmentación de la izquierda, el movimiento popular y el progresismo. No entenderlo sería condenarnos al fracaso anticipada.
El Partido de los Trabajadores y emprendedores (PTE) debe ser parte importante de este esfuerzo unitario, organizarse y construirse desde las bases, abierto a todas las mujeres y hombres que opten por el cambio, que levanten la bandera de la justicia social, la democracia, la seguridad y lucha frontal contra la corrupción y la dictadura parapetada en el Congreso Nacional y el gobierno.
Camaradas y amigos:
Vivimos momentos cruciales, de definición estratégica, fuera como dentro del país. En el plano externo está en riesgo la paz mundial. Hegemonismo o multilateralismo ha devenido contradicción fundamental. De cómo se resuelva depende el mundo del futuro. A la luz de la experiencia histórica, el imperialismo es responsable de las tragedias vividas por la humanidad, por lo menos en el último siglo. El drama que vive el pueblo Palestino, los miles de niños asesinados por acción del gobierno israelí, es un ejemplo que no debe permitirse más. No es posible abstenerse de tomar posición. Todos con Palestina. ¡Viva Palestina libre! ¡Alto a la agresión criminal del Estado sionista de Israel!
Colonialismo, neocolonialismo, guerras, intervencionismo, saqueo, chantaje económico y político, violación constante de la Carta de las Naciones Unidas, son sus características más notorias. Esto debe terminar para dar paso a un mundo de paz, desarrollo, seguridad, igualdad entre los países, dejando atrás toda forma de hegemonismo. Los comunistas nos pronunciamos por esta opción, la única posible en un mundo civilizado donde el centro debe ser, siempre, el ser humano y su relación armoniosa con la naturaleza.
Dos siglos de vida republicana, confirma que el Perú ha llegado a un punto crítico. La crisis múltiple que padecemos es su consecuencia. No entenderlo nos llevará a más de lo mismo. Una situación con estas características exige reflexión, pero también una mirada realista, sin anteojeras, además de capacidad de acción. Ese debate está por hacerse. ¿Qué lo impide? La mirada corta, la ausencia de principios firmes, el miedo a lo nuevo, la centralidad en el individuo en lugar de la sociedad.
Aquí, una vez más, Mariátegui sigue siendo actual. Sobre todo, su mirada larga, su capacidad para penetrar en la realidad del país, su valoración del pueblo diverso que somos como motor del cambio, sus convicciones firmes en cuya cima ondea el socialismo. En especial, su honestidad sin límites, su moral a toda prueba, su ejemplo de vida, faro orientador y convocatoria a construir un Perú nuevo en un mundo nuevo.
CON JOSE CARLOS MARIATEGUI ¡SIEMPRE!
UN FURTURO MEJOR ES POSIBLE ¡CONSTRUYÁMOSLO!
¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ – PATRIA ROJA!
Alberto Moreno Rojas del Río
Lima, 14 de junio de 2024.