Presenciamos una nueva arremetida contra el pueblo cubano. La administración de Donald Trump ha incluido a Cuba, nuevamente y sin razón alguna, en la lista de países que “patrocinan el terrorismo”. Esta es una afrenta contraria al derecho internacional y un insulto a la memoria de quienes fueron asesinados por el terrorismo anticubano, promovido por Estados Unidos. Esta medida, además, busca dañar profundamente al pueblo cubano a través de las restricciones económicas y diplomáticas que implican.
Cuba, por el contrario, ha demostrado ser un país solidario con los pueblos que han sufrido catástrofes, enviando brigadas médicas de prestigio mundial. Asimismo, La Habana ha sido sede de conversaciones de paz para poner fin al conflicto interno en Colombia, consiguiendo un acuerdo histórico hace pocos años.
La inclusión injusta de Cuba en esa nefasta lista era una acción esperable de un caudillo ultraconservador que ha amenazado con anexar Canadá y Groenlandia o invadir el canal de Panamá, entre otros; y que tiene en su cúpula a sectores que han hecho del ataque a Cuba socialista su modo de sobrevivencia política y un próspero negocio.
Cuba vencerá. Ha demostrado por más de seis décadas que las sanciones no van a quebrar la voluntad de su pueblo. La justicia y la verdad están de lado de Cuba Socialista. Donald Trump será uno de tantos bribones que desde la Casa Blanca ha amenazado a la Revolución Cubana y han visto como esta florece victoriosa.