Pronunciamiento
- El Partido de los Trabajadores y Emprendedores (PTE) logró su inscripción legal el 05 de abril de 2024, con el esfuerzo determinante del Partido Comunista del Perú-Patria Roja. Errores en su conformación, exceso de confianza en Napoleón Becerra, poseedor legal del rótulo del partido en formación, contradicciones que llevaron a su parálisis, precipitaron una crisis interna que ha terminado con su virtual liquidación política.
- El Partido de los Trabajadores y Emprendedores (PTE) logró su inscripción legal el 05 de abril de 2024, con el esfuerzo determinante del Partido Comunista del Perú-Patria Roja. Errores en su conformación, exceso de confianza en Napoleón Becerra, poseedor legal del rótulo del partido en formación, contradicciones que llevaron a su parálisis, precipitaron una crisis interna que ha terminado con su virtual liquidación política.
- El PTE se fundó como una opción política de izquierda y popular, una plataforma y estrategia muy precisas comprometida con una “radical renovación” nacional, el propósito muy claro de concurrir a la construcción de una gran unidad de las izquierdas y el movimiento popular que trascendiera las exigencias electorales, por devolver a la política peruana su “verdadero sentido democrático, moral y justiciero. En suma, comprometerse con la tarea indispensable de “refundar el Perú” asfixiado por el
neoliberalismo, la concentración de la riqueza en pocas manos, la dependencia, la crisis crónica del Estado, sus instituciones y secuelas: autoritarismo, prebendismo, corrupción, violencia criminal que crece sin pausa. - Renovar el Perú exige, a su vez, renovar la política hoy degradada, restaurar la ética como valor fundamental de la gobernanza, en especial de parte de quienes apuestan por el cambio. El PTE, que insurgía a la arena política para representar a los trabajadores y emprendedores, apenas inscrito se topó, en sus escalones más altos de dirección, con una alianza que congregaba el oportunismo desbocado de Napoleón Becerra, que fungía de presidente en ejercicio, y un sector disidente del Partido que lo convirtió en su aliado de confianza. Los unía intereses bastardos, ausencia de principios, apetitos electorales desbocados. También trayectorias sinuosas que la justicia habrá de esclarecer en su momento.
- En estas condiciones resultaba imposible preservar un mínimo de unidad política, ética, programática. La estructura orgánica del PTE había sido totalmente distorsionada para abrir paso al afán controlista de Napoleón Becerra que se considera candidato natural. Allí donde la descomposición lo había contaminado todo, era irresponsable mantenerse un día más. La crisis sólo podía tener una salida: dejar que la lancha pirata se hundiera por su cuenta.
- Debemos admitir que, siendo correcta la decisión de inscribir en el Registro de partidos políticos una organización promovida por el Partido, también se cometieron errores cuyas consecuencias se paga caro. La primera, desconfiar de la capacidad del Partido para alcanzarlo por su cuenta. En segundo lugar, no sopesar todos los factores, incluyendo la trayectoria del aliado, exagerando su principal aporte: el kit electoral a nombre del PTE, adquirido por Napoleón Becerra. En tercer lugar, subestimar el escenario político peruano marcado por la ausencia de principios y un electorerismo desbocado.
- Dada las condiciones señaladas, los miembros del Partido en el CEN del PTE, entendiendo que la voluntad de la militancia inscrita, una vez más, había sido trastrocada, convocaron a las bases reales del PTE a un Congreso Extraordinario para examinar la situación y tomar una decisión final. Este evento se produjo el 15 de noviembre, en la ciudad de Lima, con la presencia de la mayoría de comités provinciales y distritales. El Congreso decidió, por unanimidad, deslindar con el grupo lumpenesco que se ha apoderado del PTE, cuestionar seriamente su orientación y sus métodos afines a los de la derecha mafiosa, desafiliarse en masa del PTE. En adelante no hay nada que nos vincule a Napoleón Becerra y sus aliados, el grupo fraccional “Los Reconstructores” que están mostrando, con claridad, hasta que grado de descomposición han descendido.
- Insistimos, una vez más, en la necesidad de defender principios y no quedar atrapados en la política estrecha, del día a día, en la pugna por candidaturas como fin. Nunca se alcanzará la gran unidad para un gran cambio sobre esa base. Sin perder de vista la coyuntura ni renunciar a las continencias de la lucha, necesitamos abrir paso a una visión de país: nueva república, proyecto nacional, nueva constitución, gobierno democrático, soberano, de justicia social y regeneración moral.
- Nunca será suficiente una unidad de circunstancia, que se agota el próximo día, sino una gran unidad duradera para hacer viable ese gran cambio. Insistiremos en esta batalla, más allá de cualquier dificultad transitoria. En lo inmediato, ya en marcha la campaña electoral, apoyamos al bloque Venceremos, convocando a nuestra militancia a trabajar con firmeza, pugnando en todo instante para que la unidad alcanzada se proyecte más allá de 2026 y el plan de gobierno que se proponga al país no se quede en el papel.
Lima, 26 de noviembre de 2025.
Buró Político del Comité Central
Alberto Moreno Rojas
Presidente
Manuel Guerra Velásquez
Secretario General


